29 octubre 2010

Mammon

En el principio, Dios creó el cielo y la tierra. Y dijo: “Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar y descúbrase la tierra seca. Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla, árbol de fruto que dé fruto. Que haya lumbreras en los cielos. Que produzcan las aguas criaturas vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra. Produzca la tierra más seres vivientes”. Modeló al hombre a su imagen y semejanza, y al séptimo día, descansó. Fue entonces, mientras dormía, cuando aprovechó el diablo y creó el dinero.

22 octubre 2010

La carretera

Un padre avanza a duras penas mientras empuja un cochambroso carrito de la compra repleto de cosas viejas. A su lado, cabizbajo, y con el mismo ritmo agotado, camina su hijo. Los dos transitan una carretera negra en medio de un mundo gris. Los observo oculto entre la herrumbre de esta cabina de camión quemado. No sé de dónde vienen. No saben a dónde van. Lástima que sean dos. Yo no tengo zapatos y hace días que busco agua. Un ataque sería demasiado arriesgado. Podrían robarme las maletas con el dinero. Tengo que esperar. Dormir. Mañana, en algún lugar, podría ser otra vez rico.

15 octubre 2010

Pachamama

Hijos de la Pachamama. Uno por uno fueron naciendo tras una gestación de 69 días. Frutos de un complejo parto múltiple. De un difícil tránsito por un canal sin fin, apenas dilatado. 33 contracciones fortísimas y largas. Ayuda mecánica. Miedo, esperanza y júbilo. Llantos, risas y suspiros. Burla conjunta a la muerte. Nacimiento que evoca resurrección. En vivo y en directo. Con 2.000 millones de ojos encima. Ahora, un riesgo: si no los dejan revivir, mañana quizá formen fila para volver a desnacer.

08 octubre 2010

Entomología

El tipo defendió siempre con vehemencia su respeto a la legislación vigente y su entrega desinteresada al bien común. Sus intervenciones y discursos estuvieron siempre marcados por las apelaciones a la ética y su estética; por continuas confesiones de honestidad, sacrificio y trabajo en beneficio de la comunidad. No cambió ni una coma cuando empezaron a llover investigaciones, pruebas, imputaciones y condenas en primera instancia. A pesar de todo, la gente no dejó de creer en su inocencia. La duda sólo llegó con el olor. Y ya nadie le creyó cuando abrió la boca y empezaron a moverse los gusanos.